Acción de Gracias

Por D. Miguel, para que ... el Señor le siga bendiciendo y siga siendo un fiel testigo de la fe de Cristo

ACCIÓN DE GRACIAS

Lo cierto es que todo llega y, aunque se dice que "no pasan años, sino que pasan cosas", la realidad es que hoy estamos todos aquí porque han pasado años y han pasado cosas.Ninguna de nuestras vidas es ahora la misma que cuando empezamos a caminar en esta parroquia.

Todos nos influenciamos permanentemente unos a otros, y esa es la verdadera grandeza de la vida: que, al margen del papel que hayamos representado cada uno, estamos influyendo en los demás, positiva o negativamente.

De ahí la responsabilidad de un Pastor cuyos pensamientos, palabras y obras pueden influir, para bien o para mal, en más personas. Hemos recibido mucho de vosotros.

A vuestro lado hemos aprendido mucho. Estéis donde estéis, llevaremos siempre con nosotros algo de cada uno de vosotros. Será una palabra, una frase, una idea, una imagen, una actitud...Gracias, pues, por lo que nos habéis enseñado, que forma parte ya de nuestra historia, de nuestra experiencia propia y, por tanto, de nuestras vidas.

___ TERESA y ANGELINES. 29 de septiembre de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS

Buenos días. Mi único mérito para estar hoy aquí es ser la sobrina mayor de Miguel, y dedicarme con mayor o menor fortuna a eso del periodismo y la escritura. Hoy es un día difícil, un día de sentimientos ambivalentes, alegre por el homenaje, el reconocimiento y triste por esa despedida que no es sino un hasta luego, hasta pronto, hasta siempre...Quizá lo único que debería decir fuera GRACIAS, en nombre de la familia Ruano, un gracias con mayúsculas y emocionado, a ustedes, a sus compañeros y amigos sacerdotes, que hoy lo acompañan y lo han acompañado tantas veces, pero no me resisto a contarles una pequeña historia.

Corría el año 1964 cuando el padre Miguel ofició su primera misa, en Berganciano, nuestro pueblo. Familiares de todo tipo y condición, amigos, conocidos, se reumeron en una fiesta entrañable y emocionante, que durante el resto de su vida, la abuela, que nunca dudó de que junto a Dios ella fue la artífice de la vocación de su hijo, siempre calificó: como el día más grande.

Y tuvo muchos días para escoger un día grande, porque murió a los 98 años. La abuela tenía un inmenso talento para la felicidad, para la risa, para el disfrute, y año tras año recordaba ese día, ese día de felicidad, de reconocimiento, de gozo, ese día grande...

Puedo imaginar que si hoy estuviera aquí, no dudaría en calificar este día de hoy como otro día grande, tan grande como aquel de 1964 en el que ella sintió que había dado al mundo un hijo sacerdote.Cuando en septiembre de 1974 Miguel vino a esta parroquia, yo creo que pocos en la familia la conocíamos; uno conoce la parroquia a la que pertenece y a veces ni eso...

Hoy toda la familia Ruano, sabe, conoce, y quiere a esta parroquia que ha sido el hogar, ese otro hogar tan importante como el familiar de Miguel durante 39 años.Seguro que ha habido momentos duros, regulares, buenos y extraordinarios. Ha habido obras que parecían interminables, remodelaciones varias, seminaristas, sacerdotes que se hicieron, se bregaron aquí... y siempre al fondo Miguel.

Hoy al ver esta iglesia abarrotada, solo se puede decir que el trabajo mereció la pena. Habéis conseguido entre todos una parroquia viva, en la que niños, adolescentes, adultos y mayores, incluso forasteros se sienten, nos sentimos en casa y sentirse en casa en estos tiempos de mudanza y de cambio es importante.

En nombre de la familia Ruano solo puedo decir Gracias. Gracias, por acoger, ayudar y apoyar a Miguel cada día de cada año, cada momento que pasó con vosotros o con vuestros padres, familiares, que hoy quizá no puedan estar con nosotros, por edad, porque ya no están, por lo que sea.

Gracias por esa acogida cálida y confortable que le dispensasteis y le brindasteis tantos años. Para Miguel, Fátima ha sido todo, un gozo, una obra, un trabajo, una alegría inmensa, su casa, sobre todo su casa; ese hogar que solo es posible cuando los que lo forman lo hacen vivo, palpitante, un hogar en el que las sucesivas generaciones, lo iban ampliando como esas casas a las que se van añadiendo cuartos para cuando la familia crece... Los familiares de Miguel siempre supimos que estaba en buenas manos, que en Fátima, siempre habría alguien pendiente de él, alguien que le cuidaría, que velaría por él, que se interesaría por sus cosas...y ese alguien fuisteis... muchos, muchos.

Gracias por este emocionado y cálido hasta luego, ahora que deja esta parroquia, pero no a vosotros, nunca a vosotros. Dice ese maravilloso libro que es El Cantar de los cantares, sobre el amor:

Ponme como un sello sobre tu corazón.Como una marca sobre tu brazo.

Porque es tan fuerte el amor,como la muerte:Sus brasas, brasas de fuego,intensa llamaNi los mares podrían con sus aguasApagar del amor el incendioNi los ríos podrían extinguirlo.Y si alguien ofreciera su fortunaPor comprar el amor.Que desprecio, que burla¡
No se vende el amor!

Gracias por todo el amor que habéis dado a lo largo de tantos años.

Desde hace mucho tiempo Miguel y su familia os hemos llevado en nuestro corazón, a partir de hoy ese sello, esa marca será más profunda, más intensa, y sé que vosotros también pondréis una señal, en vuestro corazón para recordar siempre a Miguel, que fue el cura de Fátima durante 39 años. Gracias.

___CHARO RUANO (Sobrina de D. Miguel). 29 de septiembre de 2013